VersiĂłn: IsaĂas Garde
Pensamos en la escondida con su vestido blanco,
entre sábanas plegadas y bolsitas
en armarios bien cuidados, o, simplemente fuera de la vista,
enviando mermeladas y notas sin direcciĂłn
a sus sorprendidos vecinos de Amherst.
Excéntrica como el clima de Nueva Inglaterra,
el viento tenaz de su mente, punzante o amable,
le volĂł dos amantes medio imaginados.
Con todo, la leyenda no explica la absoluta sensatez
de su visiĂłn, la seria travesura
de su lenguaje, la economĂa de su dolor.
Emily Dickinson
We think of hidden in a white dress
among the folded linens and sachets
of well-kept cupboards, or just out of sight
sending jellies and notes with no address
to all the wondering Amherst neighbors.
Eccentric as New England weather
the stiff wind of her mind, stinging or gentle,
blew two half imagined lovers off.
Yet legend won’t explain the sheer sanity
of vision, the serious mischief
of language, the economy of pain.
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