VersiĂłn: IsaĂas Garde
Cuando tenĂa el bigote rizado,
Y el pelo negro,
Y usaba pantalones ajustados
Y un boche de diamante,
Yo era una magnĂfica sota de corazones
Con un montĂłn de trucos.
Pero cuando empezaron a aparecer las canas-
¡Ay! las chicas de la nueva generaciĂłn
Se reĂan de mĂ sin temor,
Y ya no tuve más aventuras excitantes,
Como aquella en la que casi me disparan por ser un diablo desalmado,
Sino asuntos insulsos, anécdotas recalentadas
De otros dĂas y de otros hombres.
Asà pasó el tiempo, hasta que terminé viviendo en el restaurante de Mayer,
Disfrutando de comidas sencillas, un Don Juan rural,
Gris, desprolijo, sin dientes, descartado...
Anda por acá un espectro poderoso que le canta
A una tal Beatriz;
Y ahora me doy cuenta de que la fuerza que a Ă©l lo hizo grande
A mĂ me condujo al sumidero de la vida.
Lucius Atherton
When my moustache curled,
And my hair was black,
And I wore tight trousers
And a diamond stud,
I was an excellent knave of hearts and took many a trick.
But when the gray hairs began to appear--
Lo! a new generation of girls
Laughed at me, not fearing me,
And I had no more exciting adventures
Wherein I was all but shot for a heartless devil,
But only drabby affairs, warmed-over affairs
Of other days and other men.
And time went on until I lived at
Mayer's restaurant,
Partaking of short-orders, a gray, untidy,
Toothless, discarded, rural Don Juan. . . .
There is a mighty shade here who sings
Of one named Beatrice;
And I see now that the force that made him great
Drove me to the dregs of life.
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