VersiĂłn: IsaĂas Garde
Dos cosas de naturaleza opuesta parecen depender
Una de otra, como un hombre depende
De una mujer, el dĂa de la noche, lo imaginado
De lo real. Es este el origen del cambio.
Invierno y primavera, copuladores frĂos, se abrazan
Y surgen los detalles el Ă©xtasis.
La mĂșsica desciende en el silencio como un sentido,
Una pasiĂłn que sentimos, no que entendemos.
La mañana y la tarde estån entrelazadas
Y norte y sur son una dupla intrĂnseca
Y sol y lluvia un plural, como dos amantes
Que se alejan unidos en un cuerpo mĂĄs vivo.
En la soledad las trompetas de la soledad
No son el eco de otra soledad;
Una pequeña cuerda habla por multitud de voces.
El participante participa de aquello que lo modifica.
El niño al tocar toma el caråcter de la cosa,
Del cuerpo, que toca. El capitĂĄn y sus hombres
Son uno y el marinero y el mar son uno.
Ocupa ese lugar, oh mi compañero, mi camarada, yo mismo,
Hermana y solaz, hermano y deleite.
***
Two things of opposite natures seem to depend
On one another, as a man depends
On a woman, day on night, the imagined
On the real. This is the origin of change.
Winter and spring, cold copulars, embrace
And forth the particulars of rapture come.
Music falls on the silence like a sense,
A passion that we feel, not understand.
Morning and afternoon are clasped together
And North and South are an intrinsic couple
And sun and rain a plural, like two lovers
That walk away as one in the greenest body.
In solitude the trumpets of solitude
Are not of another solitude resounding;
A little string speaks for a crowd of voices.
The partaker partakes of that which changes him.
The child that touches takes character from the thing,
The body, it touches. The captain and his men
Are one and the sailor and the sea are one.
Follow after, O my companion, my fellow, my self,
Sister and solace, brother and delight.
En Notas para una ficciĂłn suprema
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