VersiĂłn: IsaĂas Garde
Con los bolsillos de nuestros abrigos llenos de cebada
-no hay cocina en la huida, no se acampa-,
nos movĂamos rápidos y furtivos por nuestro propio paĂs.
El cura agazapado en la trinchera con el vagabundo.
Un pueblo que apenas avanzaba -caminando-,
descubriendo nuevas tácticas en los sucesos de cada dĂa,
nos abrĂamos paso entre riendas y jinetes con picas
y lanzábamos al ganado en estampida contra la infanterĂa.
DespuĂ©s retrocedĂamos hasta los arbustos,
donde la caballerĂa se veĂa forzada a desmontar.
Hasta que en Vinegar Hill, fue el cĂłnclave fatal.
Miles morimos en la barranca, agitando las guadañas ante los cañones.
La ladera enrojeciĂł, empapada en nuestra ola rota.
Nos enterraron sin mortaja ni ataĂşd
y en agosto la cebada brotĂł de nuestra tumba.
Requiem for the coppies
The pockets of our greatcoats full of barley —
No kitchens on the run, no striking camp —
We moved quick and sudden in our own country.
The priest lay behind ditches with the tramp.
A people, hardly marching — on the hike —
We found new tactics happening each day:
We’d cut through reins and rider with the pike
And stampede cattle into infantry,
Then retreat through hedges where cavalry must be thrown.
Until, on Vinegar Hill, the fatal conclave.
Terraced thousands died, shaking scythes at cannon.
The hillside blushed, soaked in our broken wave.
They buried us without shroud or coffin
And in August the barley grew up out of the grave.
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