Edgar Lee Masters (Garnett, Kansas, 23 de agosto de 1868 - Melrose Park, Pensilvania, 5 de marzo de 1950)
VersiĆ³n: IsaĆas Garde
Bien, jĆ³venes polemistas de la doctrina
de la inmortalidad del alma;
yo, que reposo aquĆ, fui el ateo del pueblo,
locuaz, beligerante, versado en los argumentos
de los incrƩdulos. Hasta que durante una larga enfermedad,
con una tos mortal, leĆ
los Upanishads y la poesĆa de JesĆŗs.
Y encendieron una antorcha de esperanza, intuiciĆ³n
y deseo que la Sombra,
llevƔndome veloz a travƩs de las cavernas de la oscuridad,
no consiguiĆ³ extinguir.
EscĆŗchenme aquellos que viven en los sentidos
y piensan Ćŗnicamente desde ellos:
la inmortalidad no es un regalo,
la inmortalidad es una conquista;
y solamente los que se esfuercen sin descanso
la obtendrƔn.
Edgar Lee Masters - The Village Atheist
YE young debaters over the doctrine
Of the soul's immortality
I who lie here was the village atheist,
Talkative, contentious, versed in the arguments
Of the infidels. But through a long sickness
Coughing myself to death I read the
Upanishads and the poetry of Jesus.
And they lighted a torch of hope and intuition
And desire which the Shadow
Leading me swiftly through the caverns of darkness,
Could not extinguish.
Listen to me, ye who live in the senses
And think through the senses only:
Immortality is not a gift,
Immortality is an achievement;
And only those who strive mightily
Shall possess it.
de la inmortalidad del alma;
yo, que reposo aquĆ, fui el ateo del pueblo,
locuaz, beligerante, versado en los argumentos
de los incrƩdulos. Hasta que durante una larga enfermedad,
con una tos mortal, leĆ
los Upanishads y la poesĆa de JesĆŗs.
Y encendieron una antorcha de esperanza, intuiciĆ³n
y deseo que la Sombra,
llevƔndome veloz a travƩs de las cavernas de la oscuridad,
no consiguiĆ³ extinguir.
EscĆŗchenme aquellos que viven en los sentidos
y piensan Ćŗnicamente desde ellos:
la inmortalidad no es un regalo,
la inmortalidad es una conquista;
y solamente los que se esfuercen sin descanso
la obtendrƔn.
Edgar Lee Masters - The Village Atheist
YE young debaters over the doctrine
Of the soul's immortality
I who lie here was the village atheist,
Talkative, contentious, versed in the arguments
Of the infidels. But through a long sickness
Coughing myself to death I read the
Upanishads and the poetry of Jesus.
And they lighted a torch of hope and intuition
And desire which the Shadow
Leading me swiftly through the caverns of darkness,
Could not extinguish.
Listen to me, ye who live in the senses
And think through the senses only:
Immortality is not a gift,
Immortality is an achievement;
And only those who strive mightily
Shall possess it.
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