Versión: Isaías Garde
Los has visto al ocaso, caminando por la orilla; los has visto parados en los umbrales, apoyados en las ventanas o montados en el borde de una sombra que se mueve con lentitud. Amantes de lo intermedio, no están acá ni están allá, no están adentro ni afuera. Pobres almas, empujadas a la experiencia de lo imposible. Incluso de noche, tirados en la cama con un ojo cerrado y el otro abierto, procurando capturar el último segundo de la vigilia y el primero del sueño, para morar en esa tierra de nadie, en ese lugar espléndido; para contemplar, como solo un dios podría hacerlo, la luminosa conjunción de nada y todo.
The engima of the infinitesimal
You’ve seen them at dusk, walking along the shore, seen them standing in doorways, leaning from windows, or straddling the slow-moving edge of a shadow. Lovers of the in-between, they are neither here nor there, neither in nor out. Poor souls, they are driven to experience the impossible. Even at night, they lie in bed with one eye closed and the other open, hoping to catch the last second of consciousness and the first of sleep, to inhabit that no-mans-land, that beautiful place, to behold as only a god might, the luminous conjunction of nothing and all.
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