Versión: Isaías Garde
El perro de los vecinos no para de ladrar.
Ladra con el mismo ladrido alto y rítmico
con el que ladra cada vez que los vecinos no están.
Deberían llevárselo cuando salen.
El perro de los vecinos no va a parar de ladrar.
Cierro todas las ventanas de la casa
y pongo una sinfonía de Beethoven a todo lo que da
pero no dejo de escucharlo amortiguado por la música,
ladra, ladra y ladra,
y ahora, hasta lo veo sentado en la orquesta,
con su cabeza asomando muy segura como si Beethoven
hubiera incluído un pasaje de ladrido de perro.
Cuando la grabación termina el todavía está ladrando,
sentado allí en la sección de los oboes, ladrando,
sus ojos fijos en el director que
lo guía con la batuta
mientras el resto de los músicos escuchan en respetuoso
silencio el célebre solo de ladrido de perro,
la coda interminable establecida por primera vez
por el genio innovador de Beethoven.
Another Reason Why I Don't Keep A Gun In The House
The neighbors' dog will not stop barking.
He is barking the same high, rhythmic bark
that he barks every time they leave the house.
They must switch him on on their way out.
The neighbors' dog will not stop barking.
I close all the windows in the house
and put on a Beethoven symphony full blast
but I can still hear him muffled under the music,
barking, barking, barking,
and now I can see him sitting in the orchestra,
his head raised confidently as if Beethoven
had included a part for barking dog.
When the record finally ends he is still barking,
sitting there in the oboe section barking,
his eyes fixed on the conductor who is
entreating him with his baton
while the other musicians listen in respectful
silence to the famous barking dog solo,
that endless coda that first established
Beethoven as an innovative genius.
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