Louise Glück - Vita Nova

Louise Glück - Vita Nova

Versión: Isaías Garde


Me salvaste, deberías recordarme.


La primavera del año, hombres jóvenes comprando boletos para el ferry.

Risas, porque el aire está lleno de flores de manzano.


Cuando desperté, entendí que era capaz de sentir eso mismo.


Recuerdo sonidos como esos, de mi infancia,

risas sin motivo, simplemente porque el mundo es hermoso,

algo así.


Lugano. Mesas bajo los manzanos.

Marineros en cubierta izando y arriando las banderas de colores.

Y a la orilla del lago, un joven arroja su sombrero al agua;

tal vez porque su enamorada lo ha aceptado.


Cruciales

sonidos o gestos

como una vía establecida ante los grandes temas


y después no utilizada, sepultada.


Islas a la distancia. Mi madre

sosteniendo una bandeja de pastelitos-

hasta donde recuerdo, sin cambiar 

ningún detalle, el momento

vívido, intacto, sin haber sido

expuesto a la luz, de modo que desperté exaltada, a mi edad

hambrienta de vida, absolutamente confiada.


Junto a las mesas, parches de pasto nuevo, el verde pálido

encajado en el oscuro suelo.


Sin duda, la primavera ha vuelto a mí, esta vez

no como un amante sino como mensajera de la muerte, sin embargo

sigue siendo la primavera, sigue representando la ternura.


Vita Nova


You saved me, you should remember me.

  

The spring of the year; young men buying tickets for the ferryboats.

Laughter, because the air is full of apple blossoms.

  

When I woke up, I realized I was capable of the same feeling.

  

I remember sounds like that from my childhood,

laughter for no cause, simply because the world is beautiful,

something like that.

  

Lugano. Tables under the apple trees.

Deckhands raising and lowering the colored flags.

And by the lake’s edge, a young man throws his hat into the water;

perhaps his sweetheart has accepted him.

  

Crucial

sounds or gestures like

a track laid down before the larger themes

  

and then unused, buried.

  

Islands in the distance. My mother

holding out a plate of little cakes–

as far as I remember, changed

in no detail, the moment

vivid, intact, having never been

exposed to light, so that I woke elated, at my age

hungry for life, utterly confident–

  

By the tables, patches of new grass, the pale green

pieced into the dark existing ground.

  

Surely spring has been returned to me, this time

not as a lover but a messenger of death, yet

it is still spring, it is still meant tenderly.

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