Versión: Isaías Garde
Me salvaste, deberías recordarme.
La primavera del año, hombres jóvenes comprando boletos para el ferry.
Risas, porque el aire está lleno de flores de manzano.
Cuando desperté, entendí que era capaz de sentir eso mismo.
Recuerdo sonidos como esos, de mi infancia,
risas sin motivo, simplemente porque el mundo es hermoso,
algo así.
Lugano. Mesas bajo los manzanos.
Marineros en cubierta izando y arriando las banderas de colores.
Y a la orilla del lago, un joven arroja su sombrero al agua;
tal vez porque su enamorada lo ha aceptado.
Cruciales
sonidos o gestos
como una vía establecida ante los grandes temas
y después no utilizada, sepultada.
Islas a la distancia. Mi madre
sosteniendo una bandeja de pastelitos-
hasta donde recuerdo, sin cambiar
ningún detalle, el momento
vívido, intacto, sin haber sido
expuesto a la luz, de modo que desperté exaltada, a mi edad
hambrienta de vida, absolutamente confiada.
Junto a las mesas, parches de pasto nuevo, el verde pálido
encajado en el oscuro suelo.
Sin duda, la primavera ha vuelto a mí, esta vez
no como un amante sino como mensajera de la muerte, sin embargo
sigue siendo la primavera, sigue representando la ternura.
Vita Nova
You saved me, you should remember me.
The spring of the year; young men buying tickets for the ferryboats.
Laughter, because the air is full of apple blossoms.
When I woke up, I realized I was capable of the same feeling.
I remember sounds like that from my childhood,
laughter for no cause, simply because the world is beautiful,
something like that.
Lugano. Tables under the apple trees.
Deckhands raising and lowering the colored flags.
And by the lake’s edge, a young man throws his hat into the water;
perhaps his sweetheart has accepted him.
Crucial
sounds or gestures like
a track laid down before the larger themes
and then unused, buried.
Islands in the distance. My mother
holding out a plate of little cakes–
as far as I remember, changed
in no detail, the moment
vivid, intact, having never been
exposed to light, so that I woke elated, at my age
hungry for life, utterly confident–
By the tables, patches of new grass, the pale green
pieced into the dark existing ground.
Surely spring has been returned to me, this time
not as a lover but a messenger of death, yet
it is still spring, it is still meant tenderly.
Publicar un comentario